02 octubre 2010

En este vídeo os presentamos las obras dirigidas por Alfredo. Salvo la fuentecita en Magambe, todas han sido consideradas de envergadura por los habitantes y misioneros, en especial las obras de Neisu y Comuele.
Neisu, sin duda, es la más compleja, ha sido un trabajo en que cada día había que convencer a los obreros y a los vecinos de la "seguridad" con la que se trabajaba, de que aquello no se iba a caer. Por otro lado Comuele, un alarde estructural (comprendamos dónde se construye) que ha dado muy buenos resultados pero ha llenado de dudas las mentes de nuestros obreros durante todo el proceso de construcción, sobre todo el de la cubierta.
A pesar de las decenas de dibujos que hice en obra, planos explicativos y explicaciones verbales, comprendí que aquí, esos métodos no sirven. En cada obra tuve que participar activamente en los trabajos de carpintería y replanteo, especialmente para la cimentación y para los huecos en los muros. Haces el primer "modelo" y ellos lo repiten imitando lo que te han visto hacer.
La experiencia ha sido muy enriquecedora a pesar de las largas horas sobre la moto para hacer las visitas de obra y los largos diálogos para convencer a los misioneros de que la opción tomada era la más adecuada según los medios dispuestos.
He disfrutado especialmente de las conversaciones con los obreros, gracias a los que he ampliado un poquito más mi lingala, y con los que hemos reído mucho.


Esperamos disculpéis algunos cortes del texto en el vídeo así como alguna errata.

23 septiembre 2010

Aquí os compartimos algunas imágenes de los viajes que hemos hecho en este tiempo.

22 septiembre 2010

Os invitamos a participar de un recorrido en imágenes de estos últimos meses.



15 septiembre 2010

¡¡Hola de nuevo!!

Hace muchos meses que no conseguimos escribir algo en el blog. Desde Navidad la línea de Internet que tenemos no nos deja abrir blogspot con facilidad, de hecho, cada vez funciona peor, pero bueno… ¡¡nos apañamos!!

En todo este tiempo han pasado muchas cosas:

En primer lugar la Navidad. Resultó raro pasar unas navidades con calor, sin luces, sin compras… Organizamos una fiestecilla para los estudiantes en la que se comió y sobre todo... se bailó mucho.

Esto nos sirvió para conocerlos un poco más a fondo, para ver cómo se prepara una fiesta congolesa y sobre todo para comer cosas riquísimas que las chicas de la Casa Oscar prepararon. En Somana (barrio donde los misioneros de la Consolata trabajan en la pastoral) pudimos participar en las diferentes misas de Navidad, y como nos esperábamos, fueron muy largas y sobre todo muy animadas.


En el mes de enero hicimos un gran viaje a Amadi, a la orilla del río Uele, río que da nombre a la zona donde vivimos. Fuimos con las monjas dominicanas que viven en Magambe: con María Mayo, una española que nos ha acogido muy bien todo este tiempo, y sus dos compañeras de comunidad que estaban recién llegadas (una congolesa y una camerunesa). También viajamos con tres amigos franceses, una pareja joven (de nuestra edad más o menos) que trabajaban en la universidad de Isiro (ella es Ing. Agrónoma y él Informático) y una laica consagrada que trabaja en el laboratorio de la clínica Universitaria. Son Benoît, Anne y Elisabette.

El viaje fue durísimo. Hicimos casi 500 km en tres días. El primer día 230 km, pasando por Poko, donde hay una gran iglesia construida por los Augustinos hace décadas con materiales importados de Alemania, muy bien construida. Tardamos más de 10 horas en llegar a Amadi, por carreteras impracticables por las que avanzamos gracias al buen chofer que llevábamos y a que el coche, a pesar de ser viejo, es de los más adaptados al medio, un Land Rover Defender.

Alguna vez tocó bajar y con la pala y el machete arreglar la carretera para poder continuar el viaje.



Realmente pasamos un solo día en Amadi, pero mereció la pena. Conocimos el río Uele, los hipopótamos no se dejaron ver, pero el paisaje era espectacular. Visitamos también el centro de desarrollo de Ndendule, en el que se enseña a los chicos y chicas enviados para los cursos organizados a criar animales, agricultura, algo de albañilería, fabricación de ladrillos y tejas. Muy interesante, aunque los alumnos, según los encargados del centro, no consiguen desarrollar lo aprendido tras la formación, bien por la falta de espíritu emprendedor, o la falta de apoyo de la familia… muchas aspectos culturales.

Pasamos una buena tarde en casa del Padre Fernidand, augustino que lleva muchos años dirigiendo el centro y que nos invitó a unos cuantos vasos de Congolo, bebida alcohólica extraída directamente de la palma y que está deliciosa.

Este viaje nos ayudó a darnos cuenta de dónde estamos. En Isiro, el hecho de tener el aeropuerto con algunos vuelos regulares cada semana, nos hace sentirnos no demasiado aislados, y aunque las mercancías que llegan no son muy variadas y son carísimas, se siente que hay cosas que llegan. Pero en cuanto te distancias unos kilómetros de la ciudad, no mucho, unas tres o cuatro decenas… estás solo, y realmente la selva es densa pero también hay muchos zonas que están pobladas y totalmente aisladas. Ciudades, pueblos y poblados aislados en la selva, con carreteras imposibles y en la mayoría de los casos inexistentes. Este viaje lo hicimos sin duda aprovechando el comienzo de la estación seca. En estación de lluvias (el 75 % del año) las carreteras, que ya son complicadas, se convierten en imposibles para los coches y camiones.

Un mes más adelante Andrés García (misionero de la Consolata jiennense en Bayenga) volvió de las vacaciones junto ton Silvio (laico misionero de la Consolata de Málaga) y Genoveva (chica que forma parte del equipo del proyecto de Pigmeos que estamos comenzando con la Universidad de Málaga). Aprovechamos para hablar largo y tendido. Pasamos unos días de muchas risas y charlas informales.
Nos gustó mucho enseñarles nuestro trabajo y la ciudad. También viajamos con ellos a Bayenga para conocer la misión y los campamentos pigmeos. Fue realmente bonito y enriquecedor.
Esta visita fue muy especial sobre todo porque estando con Andrés, Silvio y Geno, supimos que íbamos a ser padres.
¡¡¡¡María Luisa estaba embarazada!!!!
Esto sin duda está siendo la mejor experiencia que estamos teniendo en el Congo.

Fue también a partir del mes de febrero que comenzaron los trabajos de arquitectura para mí, acepté el proyecto y dirección de la obra del muro de cierre de las monjas del Sagrado Corazón en Isiro, la idea era cerrar la parcela y continuar al año siguiente construyendo el convento en el interior. Al mismo tiempo comencé la remodelación de la Iglesia de Neisu, de la Consolata. Esta iglesia tenía planta de cruz latina y hace unos años se añadieron dos naves laterales, con lo que la iglesia quedaba con una planta más rectangular, pero algún técnico competente para pensar en esa reforma y dirigirla y las prisas… hicieron que la ampliación fuera algo que, digámoslo entre comillas, “que lamentar”, lo veréis bien en las fotografías. Gracias a Dios y a la iniciativa de Antonello, que me encargaron arreglar esa antigua ampliación. En este mes se finalizarán los trabajos.

Este trabajo en Neisu supuso muchos viajes en moto, dos o tres veces a la semana hacía las visitas de obra, en las que he aprendido mucho. Los obreros han pasado mucho miedo con todas las cosas que les mandaba hacer, pensando que la iglesia se les caería encima, y eso nos ha costado muchos momentos de tensión, pero finalmente han visto que todo tenía su sentido y que la iglesia ha vuelto a ser una y no una, más sus ampliaciones.

Los materiales y medios son limitadísimos, como yo no hubiera podido imaginar nunca y eso nos hace valorar aún más el resultado.


De paso que comencé el vaivén a Neisu, me encargaron el proyecto del Santuario de Anuarite (beata congolesa) en Comuele, una capilla a 33 km de Neisu y a 65 de Isiro (2 horas y 15 minutos en moto). Se demolió una antigua capillita que estaba cayéndose y se comenzó la construcción de la nueva iglesia y santuario. Allí los medios son si caben más limitados, en plena selva, lejos de la misión de Neisu donde al menos hay algunas máquinas que nos ayudaban a acelerar el trabajo. La forma de la iglesia ya causó problemas y fui yo mismo que hice el replanteo y a pesar de ser una iglesia concebida para ser construida con la antigua técnica del tapial, finalmente se ha hecho con ladrillos reciclados de otras construcciones cercanas y abandonadas y mortero de barro (como casi todas las construcciones que se hacen en la actualidad en la zona). La obra finalizará en unos meses.

En todos estos meses de mucho viajar María Luisa hizo un gran esfuerzo por permanecer en la Casa Oscar como principal responsable dado que los vómitos y malestar de los inicios del embarazo le cansaban mucho. Poco a poco fueron pasando los meses, y como desde el comienzo, ha dirigido la casa y sus actividades con mucho amor y esfuerzo. En diciembre la cantidad de estudiantes internos de la casa disminuyeron puesto que varios se fueron a otras ciudades a continuar sus estudios, otros terminaron y tan sólo una nueva estudiante entró a vivir con nosotros, por tanto este año sólo son siete.

En estos meses hemos comenzado a conocerlos mejor, poco a poco hemos ido entrando un poquito más en sus vidas y ellos también, aunque lentamente, se han ido abriendo a nosotros. Cada vez nos queremos más y nos sentimos muy felices de poder compartir estos años en el Congo con estos chicos y chicas.

Como marca la filosofía de la Casa Oscar, la cultura y la formación en valores de los estudiantes universitarios de Isiro, en especial los becados de la Consolata, es algo que estructura nuestro trabajo y gracias al esfuerzo de María Luisa por organizar todas las actividades mensuales hemos conseguido dar un servicio muy rico en contenidos y de gran calidad humana. Empezando por las formaciones que ella misma a impartido y pasando por Anne, Maurice, Janvier, Silvio, Synphorien, Clovis, Fredy… entre otros.

Finalmente llegó el verano, aunque la temperatura es la misma… pasó el verano, y el curso esta ya encauzando su final. Aquí los cursos académicos son muy elásticos, no se sabe nunca cuando acaban, el más tardío en comenzar fue el de la Universidad del Uele, que comenzó casi en febrero. Ahora, en el mes de septiembre, algunas instituciones han hecho sus exámenes, otras comienzan, hay quienes preparan sus defensas del trabajo final de estudios, una minoría lo ha defendido ya… y entre todo este ajetro, nosotros nos hemos acercado ya a los últimos meses del embarazo.

Esto ha supuesto un cambio en nuestra vida y dada la situación del país también en el trabajo que realizamos, y es por eso que ahora mismo estamos en Kinshasa, la capital, donde María Luisa dará a luz a principios del mes de noviembre. Vamos a pasar aquí los dos últimos meses del embarazo, y unas semanas después del nacimiento, volveremos a Isiro para continuar en la Casa Oscar.

Ya estando en Isiro nos dijeron que sería una niña y esto ha sido confirmado en Kinshasa. Estamos pasando este tiempo en la casa regional de la Consolata, la llamada casa blanca (Maison Blanche) y estamos siendo muy bien acogidos por Fernando, misionero colombiano que conocimos en uno de nuestros primeros campos de trabajo en Málaga y que lleva en el Congo casi diez años, tras haber pasado otros diez en España. Ahora es el ecónomo de la región. Además también nos acoge François, misionero congolés de Isiro; y finalmente Rinaldo, italiano y superior de la región del Congo que está pasando unos meses con las comunidades del norte y que volverá en unas siete semanas, él también trabajó en España, seis años.

En esta casa siempre hay gente de paso, ahora hay un seminarista colombiano que en sus vacaciones ha ayudado a pintar una parte de la casa, el lunes se recibieron a dos italianos que parten mañana para otra zona del país, mañana vienen dos españoles que irán el domingo para Isiro y que forman parte del proyecto con Uyamaa (ONG de los laicos de la Consolata en España) con los pigmeos… Como veis no hay tiempo para aburrirse. Esta semana esperamos con especial ilusión a los españoles, un doctor de la Universidad de Málaga y su acompañante, trabajan entre ostras muchas cosas impartiendo un master de elaboración de proyectos de cooperación, los dos son ingenieros industriales.

Una cosa que nos gusta mucho de esta casa es la comida de los lunes, en la que se reúnen todos los misioneros de la Consolata que trabajan en la ciudad y se toman unos aperitivos y se come algo especial, finalizando por el postre… ¡¡helado!! Es genial y es un momento en el que se respira el espíritu de familia de la Consolata.

Gracias a todos los que nos acompañáis en la distancia, y disculpad por no teneros todo lo bien informados que nos gustaría. Aprovecharemos las semanas de estar en Kinshasa para subir más fotos y vídeos. Rezad por la salud de nuestra niña y de la madre para que el embarazo finalice bien y Candela venga al mundo bien sana.

Paz y amor.
María Luisa y Alfredo.

06 diciembre 2009

Hola a todos de nuevo, hoy conseguimos sacar unos minutos para escribir. Esta vez aprovechamos para mostraros el video de una danza que suele verse en casi todas las fiestas que se hacen por aquí. Fue la fiesta de ordenación de Emmanuel, la fiesta con la familia (porque hubo tres fiestas diferentes). Ahora es diácono y en enero o febrero será la ordenación sacerdotal, Misionero de la Consolata congolés. Estas fiestas nos mostraron la manera de celebrar aquí, las veces que puede llegar a celebrarse tb...
Esperamos encontrar un ratito pronto para daros una buena lista de detalles de qué hacemos aquí y cómo nos va.
¡¡Un abrazo muy muy fuerte!!



19 noviembre 2009

Por fin vamos subiendo algunas cosillas. Esperamos vuestros comentarios y sugerencias!!